4 may 2021

Los primeros pasos de la última etapa de un largo viaje...

 "Caía la noche, y las primeras estrellas comenzaban a despertar en el horizonte. Los pastos susurraban con voces quebradizas, agitados por el frío viento que descendía desde las montañas. Durante más de veinte días habían cabalgado por la interminable estepa de Moi’xian, siempre hacia el norte, y por fin las primeras cimas de las Bereskair se alzaban ante ellos, oscuras y afiladas como colmillos a la moribunda luz del ocaso.

Recostado contra una gran piedra esculpida con la forma de una cabeza de caballo, Erban se estremeció de frío y echó en falta, una vez más, el reconfortante calor del Spetión. Su ausencia no dejaba de atormentarlo, ya fuera durante el sueño o la vigilia, y la tenue melodía que resonaba en sus entrañas apenas le ofrecía consuelo. Espoleado por un creciente desasosiego, trató de echar un vistazo a sus manos para examinar, una vez más, el movimiento de los tatuajes.

Por desgracia, tenía las muñecas atadas a la espalda, y tuvo que desistir tras contorsionarse en vano durante un buen rato."